20 años no son nada dice el tango

Desvaríos: 20 años no son nada dice el tango

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    He vuelto a abrir esta cuenta, no para actualizar constantemente (al menos en un principio), si no para recuperar viejas sensaciones y recordar muchas cosas. Como dijo alguien “Romper con las raíces es derribar el árbol” y aquí hay una época (vergonzosa por algunas cosas, como la manera de escribir) que no hay que olvidar. La mayoría de las actualizaciones no me las curraba mucho, de hecho revisando por aquí he encontrado a bastante gente que escribió por mí (yo era un poco perro). Pero algunas sí que eran sentidas. Después tuve otra cuenta más trabajada, pero no la puedo recuperar, así que me limitaré a las entradas que hay en esta. Viéndolas desde la perspectiva del tiempo (pocos años aún) sirve para ver cómo han cambiado las cosas desde entonces.

    Vivo en el mismo sitio pero en distinta situación. No tardo minuto y medio en ir al centro al que estudio, si no cuarenta y cinco minutos, aunque tampoco voy a patita como iba antes. No saco tampoco las mismas notas, que más quisiera yo, ahora peleo por llegar a ese cinco salvador y, a veces (desgraciadamente bastantes), pierdo la pelea. Practico el mismo deporte, casi con la misma frecuencia, aunque la mentalidad es distinta. He pasado de intentar subir (que de hecho, subí bastante) a jugar única y exclusivamente por diversión. Ya no llevo un equipo a mi cargo como por aquel entonces, hay cosas que no se pueden compaginar. Ya no me encierro a escribir rimas o a pasar la tarde con un micro y una mesa de mezclas, ahora escribo más prosa (esto quizás sí que me joda un poco, siempre me gustó más el verso) y cuando me apetece. Estoy más viajado y mucho más experimentado, aunque he perdido un poco las ganas locas de irme de aquí, será que he probado el vivir solo y tampoco es que lo eche de menos. Esto no quiere decir que esté atado al pueblo, ni mucho menos, pero no tengo prisa por que lleguen las cosas (será que he ganado paciencia). Sobre la gente, va y viene. Supongo que como a todos nos pasa. Pocos se mantienen, pocos pero importantes por poco que pueda verlos por incompatibilidad de horarios. Hay amistades que el paso del tiempo hace que se produzca un distanciamiento casi total, y otra gente que por unas cosas u otras pues desaparecieron de golpe en su momento. Espero que hoy día les vaya muy bien a todas esas personas, aunque supongo que habrá de todo. Obviamente no solo se han ido amistades, si no que han venido muchas nuevas, por el fútbol, por los estudios... Entre ellos destacar a una persona. Una persona que sin dar su nombre va a saber seguro quién es. Todas las tonterías que hice, todo lo ingenuo que era, todo lo que pudo ser y finalmente no fue, me han llevado hasta esa persona. Es una de las cosas por las que merece recordar todo aquello.

 

    Uno de mis profesores del instituto me calificó como elegante y discreto el día que abandoné ese centro. Siempre he intentado forjarme a mí mismo de tal forma. Parece que lo voy consiguiendo.

Me felicito.